La
electrostática es la rama de la
física
que estudia los efectos mutuos que se producen entre los cuerpos como
consecuencia de su carga eléctrica, es decir, el estudio de las cargas
eléctricas en reposo, sabiendo que las cargas puntuales son cuerpos
cargados cuyas dimensiones son despreciables frente a otras dimensiones
del problema. La carga eléctrica es la propiedad de la materia
responsable de los fenómenos electrostáticos, cuyos efectos aparecen en
forma de atracciones y repulsiones entre los cuerpos que la poseen.
Históricamente, la electrostática fue la rama del
electromagnetismo que primero se desarrolló. Con la postulación de la
Ley de Coulomb fue descrita y utilizada en experimentos de laboratorio a partir del
siglo XVII, y ya en la segunda mitad del
siglo XIX las
leyes de Maxwell
concluyeron definitivamente su estudio y explicación, y permitieron
demostrar cómo las leyes de la electrostática y las leyes que gobiernan
los
fenómenos magnéticos pueden ser estudiadas en el mismo marco teórico denominado
electromagnetismo.
Alrededor del
600 a. C. el filósofo griego
Tales de Mileto descubrió que si frotaba un trozo de la resina vegetal fósil llamada
ámbar, en griego
élektron, este cuerpo adquiría la propiedad de atraer pequeños objetos. Algo más tarde, otro griego,
Teofrasto (
310 a. C.),
realizó un estudio de los diferentes materiales que eran capaces de
producir fenómenos eléctricos y escribió el primer tratado sobre la
electricidad.
A principios del
siglo XVII comienzan los primeros estudios sobre la electricidad y el magnetismo orientados a mejorar la precisión de la navegación con
brújulas magnéticas. El físico real británico
William Gilbert utiliza por primera vez la palabra electricidad, creada a partir del término griego
elektron (ámbar). El jesuita italiano
Niccolo Cabeo
analizó sus experimentos y fue el primero en comentar que había fuerzas
de atracción entre ciertos cuerpos y de repulsión entre otros.
Alrededor de
1672 el físico alemán
Otto von Guericke
construye la primera máquina electrostática capaz de producir y
almacenar energía eléctrica estática por rozamiento. Esta máquina
consistía en una bola de azufre atravesada por una varilla que servía
para hacer girar la bola. Las manos aplicadas sobre la bola producían
una carga mayor que la conseguida hasta entonces.
Francis Hawksbee perfeccionó hacia
1707 la máquina de fricción usando una esfera de vidrio.
En
1733 el francés
Francois de Cisternay du Fay propuso la existencia de dos tipos de carga eléctrica, positiva y negativa, constatando que:
Los objetos frotados contra el ámbar se repelen.
También se repelen los objetos frotados contra una barra de vidrio.
Sin embargo, los objetos frotados con el ámbar atraen los objetos frotados con el vidrio.
Du Fay y
Stephen Gray
fueron dos de los primeros "físicos eléctricos" en frecuentar plazas y
salones para popularizar y entretener con la electricidad. Por ejemplo,
se electriza a las personas y se producen descargas eléctricas desde
ellas, como en el llamado
beso eléctrico: se electrificaba a una dama y luego ella daba un beso a una persona no electrificada.
1En
1745 se construyeron los primeros elementos de acumulación de cargas, los
condensadores, llamados incorrectamente por
anglicismocapacitores, desarrollados en la
Universidad de Leyden (hoy Leiden) por
Ewald Jürgen Von Kleist y
Pieter Van Musschenbroeck. Estos instrumentos, inicialmente denominados
botellas de Leyden,
fueron utilizados como curiosidad científica durante gran parte del
siglo XVIII. En esta época se construyeron diferentes instrumentos para
acumular cargas eléctricas, en general variantes de la botella de
Leyden, y otros para manifestar sus propiedades, como los
electroscopios.
En
1767,
Joseph Priestley publicó su obra
The History and Present State of Electricity
sobre la historia de la electricidad hasta esa fecha. Este libro sería
durante un siglo el referente para el estudio de la electricidad. En él,
Priestley anuncia también alguno de sus propios descubrimientos, como
la conductividad del carbón. Hasta entonces se pensaba que sólo el agua y
los metales podían conducir la electricidad.
2En
1785 el físico francés
Charles Coulomb
publicó un tratado en el que se describían por primera vez
cuantitativamente las fuerzas eléctricas, se formulaban las leyes de
atracción y repulsión de cargas eléctricas estáticas y se usaba la
balanza de torsión para realizar mediciones. En su honor, el conjunto de estas leyes se conoce con el nombre de
ley de Coulomb. Esta ley, junto con una elaboración matemática más profunda a través del
teorema de Gauss
y la derivación de los conceptos de campo eléctrico y potencial
eléctrico, describe la casi totalidad de los fenómenos electrostáticos.
Durante todo el siglo posterior se sucedieron avances significativos
en el estudio de la electricidad, como los fenómenos eléctricos
dinámicos producidos por cargas en movimiento en el interior de un
material conductor. Finalmente, en
1864 el físico escocés
James Clerk Maxwell unificó las leyes de la electricidad y el magnetismo en un conjunto reducido de leyes matemáticas.
Electricidad estática
Artículo principal:Electricidad estática.
La electricidad estática es un fenómeno que se debe a una acumulación de
cargas eléctricas en un objeto. Esta acumulación puede dar lugar a una
descarga eléctrica cuando dicho objeto se pone en contacto con otro.
Antes del año
1832, que fue cuando
Michael Faraday
publicó los resultados de sus experimentos sobre la identidad de la
electricidad, los físicos pensaban que la electricidad estática era algo
diferente de la electricidad obtenida por otros métodos. Michael
Faraday demostró que la electricidad inducida desde un imán, la
electricidad producida por una batería, y la electricidad estática son
todas iguales.
La electricidad estática se produce cuando ciertos materiales se
frotan uno contra el otro, como lana contra plástico o las suelas de
zapatos contra la alfombra, donde el proceso de frotamiento causa que se
retiren los electrones de la superficie de un material y se reubiquen
en la superficie del otro material que ofrece niveles energéticos más
favorables. O cuando partículas ionizadas se depositan en un material,
como ocurre en los satélites al recibir el flujo del
viento solar y de los
cinturones de radiación de Van Allen. La capacidad de electrificación de los cuerpos por rozamiento se denomina
efecto triboeléctrico; existe una clasificación de los distintos materiales denominada
secuencia triboeléctrica.
La electricidad estática se utiliza comúnmente en la
xerografía, en filtros de aire, en algunas pinturas de automóvil, en algunos
aceleradores de partículas
subatómicas, etc. Los pequeños componentes de los circuitos
eléctrónicos pueden dañarse fácilmente con la electricidad estática. Sus
fabricantes usan una serie de
dispositivos antiestáticos y embalajes especiales para evitar estos daños. Hoy la mayoría de los componentes
semiconductores de efecto de campo, que son los más delicados, incluyen circuitos internos de protección antiestática.
Aislantes y conductores
Los materiales se comportan de forma diferente en el momento de
adquirir una carga eléctrica. Así, una varilla metálica sostenida con la
mano y frotada con una piel no resulta cargada. Sin embargo, sí es
posible cargarla cuando al frotarla se usa para sostenerla un mango de
vidrio o de
plástico
y el metal no se toca con las manos al frotarlo. La explicación es que
las cargas pueden moverse libremente entre el metal y el cuerpo humano,
lo que las iría descargando en cuanto se produjeran, mientras que el
vidrio y el plástico no permiten la circulación de cargas porque aíslan
eléctricamente la varilla metálica del cuerpo humano.
Esto se debe a que en ciertos materiales, típicamente en los
metales, los
electrones más alejados de los núcleos respectivos adquieren fácilmente libertad de movimiento en el interior del sólido. Estos
electrones libres
son las partículas que transportarán la carga eléctrica. Al depositar
electrones en ellos, se distribuyen por todo el cuerpo, y viceversa, al
perder electrones, los electrones libres se redistribuyen por todo el
cuerpo para compensar la pérdida de carga. Estas sustancias se denominan
conductores.
En contrapartida de los conductores eléctricos, existen materiales en
los que los electrones están firmemente unidos a sus respectivos
átomos. En consecuencia, estas sustancias no poseen electrones libres y
no será posible el desplazamiento de carga a través de ellos. Al
depositar una carga eléctrica en ellos, la electrización se mantiene
localmente. Estas sustancias son denominadas
aislantes o
dieléctricos. El vidrio y los
plásticos son ejemplos típicos.
La distinción entre conductores y aislantes no es absoluta: la
resistividad
de los aislantes no es infinita (pero sí muy grande), y las cargas
eléctricas libres, prácticamente ausentes de los buenos aislantes,
pueden crearse fácilmente suministrando la cantidad adecuada de energía
para separar a un electrón del átomo al que esté ligado (por ejemplo,
mediante irradiación o calentamiento). Así, a una
temperatura de 3000
K, todos los materiales que no se descomponen por la temperatura, son conductores.
Entre los buenos conductores y los dieléctricos existen múltiples situaciones intermedias. Entre ellas destacan los materiales
semiconductores
por su importancia en la fabricación de dispositivos electrónicos que
son la base de la actual revolución tecnológica. En condiciones
ordinarias se comportan como dieléctricos, pero sus propiedades
conductoras se modifican mediante la adición de una minúscula cantidad
de sustancias
dopantes. Con esto se consigue que pueda variarse la conductividad del material semiconductor como respuesta a la aplicación de un
potencial eléctrico variable en su electrodo de control.
Ciertos metales adquieren una conductividad infinita a temperaturas
muy bajas, es decir, la resistencia al flujo de cargas se hace cero. Se
trata de los
superconductores.
Una vez que se establece una corriente eléctrica de circuito cerrado en
un superconductor, los electrones fluyen por tiempo indefinido.
Generadores electrostáticos
Los
generadores de electricidad estática son máquinas que producen altísimas
tensiones con una muy pequeña
intensidad de corriente. Hoy se utilizan casi exclusivamente para demostraciones escolares de física. Ejemplos de tales generadores son el
electróforo, la
máquina de Wimshurst y el
generador de Van de Graaff.
Al frotar dos objetos no conductores se genera una gran cantidad de
electricidad estática. En realidad, este efecto no se debe a la
fricción, pues dos superficies no conductoras pueden cargarse con sólo
apoyar una sobre la otra. Sin embargo, al frotar dos objetos aumenta el
contacto entre las dos superficies, lo que aumentará la cantidad de
electricidad generada. Habitualmente los aislantes son buenos para
generar y para conservar cargas superficiales. Algunos ejemplos de estas
sustancias son el
caucho, los
plásticos y el
vidrio. Los objetos
conductores raramente generan desequilibrios de cargas, excepto, por ejemplo, cuando una superficie
metálica recibe el impacto de un
sólido o un
líquido
no conductor, como en los transportes de combustibles líquidos. La
carga que se transfiere durante la electrificación por contacto se
almacena en la superficie de cada objeto, a fin de estar lo más separada
posible y así reducir la repulsión entre las cargas.
Carga inducida
La carga inducida se produce cuando un objeto cargado repele o atrae
los electrones de la superficie de un segundo objeto. Esto crea una
región en el segundo objeto que está con una mayor carga positiva,
creándose una fuerza atractiva entre los objetos. Por ejemplo, cuando se
frota un globo, el globo se mantendrá pegado a la pared debido a la
fuerza atractiva ejercida por dos superficies con cargas opuestas (la
superficie de la pared gana una carga eléctrica inducida pues los
electrones libres de la superficie del muro son repelidos por los
electrones que ha ganado el globo al frotarse; se crea así por inducción
electrostática una superficie de carga positiva en la pared, que
atraerá a la superficie negativa del globo).
Carga por fricción
En la carga por fricción se transfiere gran cantidad de electrones
porque la fricción aumenta el contacto de un material con el otro. Los
electrones más internos de un átomo están fuertemente unidos al núcleo,
de carga opuesta, pero los más externos de muchos átomos están unidos
muy débilmente y pueden desalojarse con facilidad. La fuerza que retiene
a los electrones exteriores en el átomo varia de una sustancia a otra.
Por ejemplo los electrones son retenidos con mayor fuerza en la resina
que en la lana, y si se frota una torta de resina con un tejido de lana
bien seco, se transfieren los electrones de la lana a la resina. Por
consiguiente la torta de resina queda con un exceso de electrones y se
carga negativamente. A su vez, el tejido de lana queda con una
deficiencia de electrones y adquiere una carga positiva. Los átomos con
deficiencia de electrones son iones, iones positivos porque, al perder
electrones (que tienen carga negativa), su carga neta resulta positiva.
Carga por inducción
Se puede cargar un cuerpo por un procedimiento sencillo que comienza
con el acercamiento a él de una varilla de material aislante, cargada.
Considérese una esfera conductora no cargada, suspendida de un hilo
aislante. Al acercarle la varilla cargada negativamente, los electrones
de conducción que se encuentran en la superficie de la esfera emigran
hacia el lado lejano de ésta; como resultado, el lado lejano de la
esfera se carga negativamente y el cercano queda con carga positiva. La
esfera oscila acercándose a la varilla, porque la fuerza de atracción
entre el lado cercano de aquélla y la propia varilla es mayor que la de
repulsión entre el lado lejano y la varilla. Vemos que tiene una fuerza
eléctrica neta, aun cuando la carga neta en las esfera como un todo sea
cero. La carga por inducción no se restringe a los conductores, sino que
puede presentarse en todos los materiales.
Aplicaciones
La electricidad estática se usa habitualmente en
xerografía
en la que un pigmento en polvo (tinta seca o toner) se fija en las
áreas cargadas previamente, lo que hace visible la imagen impresa.
En
electrónica,
la electricidad estática puede causar daños a los componentes, por lo
que los operarios han de tomar medidas para descargar la electricidad
estática que pudieran haber adquirido. Esto puede ocurrir a una persona
por frotamiento de las suelas de los zapatos (de materiales como la
goma) contra suelos de tela o alfombras, o por frotamiento de su
vestimenta contra una silla de plástico. Las tensiones generadas así
serán más altas en los días con baja humedad relativa ambiente. Hoy las
alfombras y las sillas se hacen con materiales que generen poca
electricidad por frotamiento. En los talleres de reparación o en
fábricas de artefactos electrónicos se tiene el cuidado de evitar la
generación o de descargar estas cargas electrostáticas.
Al aterrizar un avión se debe proceder a su descarga por seguridad.
En los automóviles también puede ocurrir la electrificación al circular a
gran velocidad en aire seco (el aire húmedo produce menores cargas),
por lo que también se necesitan medidas de seguridad para evitar las
chispas eléctricas.
Se piensa que la explosión en 2003 de un cohete en el
Centro de Lanzamiento de Alcántara en
Brasil, que mató a 21 personas, se debió a chispas originadas por electricidad estática.